El Arenal

Barrio del Casco Antiguo (Centro de Sevilla)

Límites:
Paseo de Cristóbal Colón (bordeando el río Guadalquivir)
Puente de Isabel II – Calle Reyes Católicos
Calle Zaragoza
Calle Madrid
Plaza Nueva (bordeando el Ayuntamiento)
Plaza de San Francisco
Avenida de la Constitución (bordeando La Catedral)
Puerta de Jerez
Avenida Paseo de Cristina
Paseo de Cristóbal Colón (bordeando el río Guadalquivir)


POSTIGO DEL ACEITE (s. XII)
Dirección: Calle Almirantazgo, 11, 41001, Sevilla.
(Calle Arfe cruce con Dos de Mayo).

Era uno de los accesos a Sevilla a través de la muralla que circundaba la ciudad. Es el único postigo que sobrevivió al derribo del siglo XIX. Por esta puerta ingresaban el aceite y las aceitunas a la ciudad. Posee una pequeña capilla en honor de la Virgen Pura y Limpia y Concepción.

TORRE DEL ORO (S. XIII)
Dirección: Paseo de Cristóbal Colón, s/n, 41001, Sevilla.
(Cerca de Puerta de Jerez).

Construida por los almohades para protección del puerto. Su nombre se debe a que tenía azulejos dorados y a que fue la aduana de España donde se recibían los tesoros de llegaban de América. Ha sido usada como capilla, prisión, almacén de pólvora, oficinas de capitanía y oficina de correos. Actualmente es el Museo Naval de Sevilla.

TORRE DE LA PLATA (S. XIII)
Dirección: C. Santander, 15, 41001, Sevilla.

Torre octogonal, con funciones defensivas, que se unía a la Torre del Oro hasta 1821, actualmente se encuentra algo escondida y en estado de abandono, al lado de un aparcamiento que impide verla desde cerca.

ATARAZANAS DE SEVILLA (S. XIII – XV)
Dirección: Calle Temprado, 1, 41001, Sevilla.
(Frente a la Iglesia y Hospital de la Caridad)

Eran los antiguos astilleros de la ciudad donde se construían las galeras para las luchas por el dominio del estrecho de Gibraltar y para la Guerra de los Cien Años. Actualmente el edificio posee siete largas naves de estilo gótico y mudéjar. En las Atarazanas se rodaron escenas de la serie Juego de Tronos para recrear las criptas de la Fortaleza Roja.

IGLESIA Y HOSPITAL DE LA CARIDAD (S. XVII)
Dirección: Calle Temprado, 3, 41001, Sevilla.
(Detrás del Teatro de la Maestranza)
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De estilo barroco sevillano. Allí tiene su sede la Hermandad de la Santa Caridad, fundada a mediados del siglo XV. El Hospital de la Caridad se encarga de ayudar a los más pobres.

PLAZA DE TOROS DE LA REAL MAESTRANZA (S. XVIII)
Dirección: Paseo de Cristóbal Colón, 12, 41001, Sevilla.

En 1707 existía en el lugar una plaza de toros de madera, poco a poco fue ampliada hasta quedar terminada en siglo XIX con un estilo barroco tardío. La puerta principal tiene dos torres y un balcón central. En su interior se puede visitar el Museo Taurino (1989), la Capilla de los Toreros y el Palco del Príncipe. Es uno de los monumentos más visitados de Sevilla.

CAPILLA DE LA CARRETERÍA (S. XVIII)
Dirección: Calle Real de la Carretería, 15, 41001, Sevilla.
(En una pequeña calle cerca de la Plaza de Toros)

Es una pequeña capilla con bellísimas imágenes sacras en su interior. Es sede de la Hermandad de la Carretería, que procesiona el Viernes Santo con el Cristo de la Salud y Nuestra Señora de la Luz.

MERCADO DEL ARENAL (1947)
Dirección: C. Pastor y Landero, 4, 41001, Sevilla.

Antiguamente se encontraba allí el Convento del Pópulo que luego se transformó en cárcel. Se encuentra adyacente a un bloque de pisos. Hoy, en su parte central existen mesas donde se puede comer y beber.

PLAZA DEL CABILDO (1950)
Dirección: Plaza el Cabildo, 41001 Sevilla.
(Entrada por la Av. de la Constitución, la c/ Almirantazgo y la c/ Arfe)

Es una bellísima plaza, semiescondida, ubicada cerca de la Catedral de Sevilla, tiene forma semicircular con bellos arcos que se apoyan en columnas de mármol. Los domingos tiene una feria de venta de monedas, billetes y sellos.

TEATRO DE LA MAESTRANZA (1991)
Dirección: Paseo de Cristóbal Colón, 22, 41001, Sevilla.
(Frente a Torre del Oro).
Casa de la ópera. Se representan óperas, músicas sinfónicas, danzas, zarzuelas. Es sede de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS). Construida para la Exposición Universal de Sevilla de 1992 en el lugar que ocupaba el antiguo cuartel de la Maestranza de Artillería en el siglo XIX.

ESCUELA DE HOSTELERÍA DE SEVILLA (1993)
Dirección: Calle Fray Bartolomé de las Casas, 41001, Sevilla
(Cruce Adolfo Cuéllar).

Sede del Casco Antiguo en una casa del siglo XIX que perteneció al poeta J. Antonio Cavestany (1961-1924). Para sus prácticas cuenta con hotel boutique, un bistrô y el restaurante La Taberna del Alabardero.

Iglesia de la Magdalena
Iglesia de San Francisco de Paula
Iglesia del Baratillo

Capilla de Nuestra Señora del Rosario (Hermandad de las Aguas)
Capilla de Nuestra Señora de la Piedad (Hermandad del Baratillo)

Yo conocía a Jimmy Hoffa antes de ver ‘El Irlandés’

Atención: Spoilers

Por: Raúl Dávila Andrade

No soy muy aficionado a las películas de mafiosos, debo admitirlo. No me motiva en exceso ver cómo se vanaglorian aquellos oscuros personajes que viven dándose tiros y haciendo daño a gente inocente. Es verdad que existen delincuentes que generan en mí un cierto grado de empatía, sobre todo por sus debilidades, sin embargo la mayoría de mafiosos de las películas me producen un rechazo inicial que suele mantenerse a lo largo de toda la historia.

A pesar de lo anterior, creo que algunos filmes de gánsters han marcado la historia del cine y merecen ser reconocidos y revistos una y otra vez. No creo que sea el caso de ‘El Irlandés’, la última película de Martin Scorsese. He podido ver algunas críticas en los medios que la consideran una ‘obra maestra’, un ‘cambio de paradigma’ en las películas del género o incluso una película ‘trepidante’. Pero no estoy de acuerdo en absoluto. Son tres horas y media de aburrimiento total.

Al igual que Woody Allen en ‘Días de Radio’ o Ettore Scola en ‘El Baile’, la nueva película de Scorsese es una muestra de un cine costumbrista, alejado de la estructura del guión establecido por ese teatro griego clásico que fue llevado a su máximo esplendor en la cinematografía hollywoodense. Una estructura que podríamos resumir de modo simplista como ‘inicio, nudo y fin’. En la mayoría de sus películas, Scorsese sigue un camino diferente a ese tipo de guiones pues prefiere ir mostrando anécdotas costumbristas que no aportan mucho a la progresión de un conflicto dramático y eso se debe a que Scorsese suele basar sus obras en libros biográficos o históricos y no en guiones cinematográficos, y la vida no suele ser una escalada de conflictos sino más bien una noria que a veces nos tiene arriba y otras abajo.

Es por ello que ‘El Irlandés’ es una película aburrida en extremo, porque carece de plot points, aquellos ‘nudos de la trama’ que hacen despertar nuestro interés sin necesidad de cafeína para mantenernos adelante. Los plot points son aquellos momentos de la historia en los que el espectador exclama con sorpresa: ‘¡Ostras! ¡Este personaje no va a poder salir de este embrollo!”. En ‘El Irlandés’ sólo hay un plot point que sucede en el minuto 145, es decir, tras casi dos horas y media de película, es una escena de verdadero interés que yo llamo el momento ‘Al di là’, pues es cuando suena esta sentimental canción de fondo mientras nos enteramos que Jimmy Hoffa tiene las horas contadas. Pasado este plot point, tendremos una hora más de anécdotas mafiosas que incrementan poco, el interés del espectador hasta concluir en un lento final.

Esta película de Scorsese es semejante al ‘Lobo de Wall Street’ o a ‘Uno de los nuestros’, con escenas y anécdotas de un delincuente, desde su ingreso al mundo delictivo hasta su triste final, la diferencia fundamental es que carece de los momentos divertidos de sus anteriores producciones. No descubro la ‘innovación’ y el ‘cambio radical’ en ningún punto de este largo, largo largometraje. Quizás el único cambio verdadero es el ‘lifting virtual’ realizado a los actores para rejuvenecerlos en la pantalla. Pero ese estiramiento facial resulta artificial y los rostros dejan de tener expresión natural para transformarse en personajes con cara de plástico. Impresiona ver a Robert De Niro o Joe Pesci con rostros de sesenta años pero estirados para aparentar treinta o cuarenta años. Debemos tener en cuenta además, que los cuerpos y los movimientos no han sido alterados por lo que vemos a viejos actores de cuerpos encorvados pero con caras estiradas.

Los primeros 45 minutos de la película cuentan la historia de Frank «El Irlandés» Sheeran (Robert De Niro) en su ascenso en el mundo mafioso, nada nuevo en las películas de Scorsese. A partir de allí la cinta nos narra los últimos años de Jimmy Hoffa, un famoso sindicalista, líder de los camioneros estadounidenses que desapareció misteriosamente en 1975, un personaje desconocido por las nuevas generaciones, aunque tiene numerosas referencias en el cine y la televisión, incluyendo el film F.I.S.T. (1978) protagonizado por Sylvester Stallone, es mencionado en Ghost, en el Profesor Chiflado e incluso en Los Simpons o Breaking Bad. También se multiplican los libros que especulan sobre su muerte y documentales para la televisión que encienden todo tipo de teorías de la conspiración. Hoffa puso en jaque al gobierno estadounidense y tuvo relaciones con grandes capos mafiosos y un día desapareció sin dejar rastro. ¿Quién lo mató? Nadie lo sabe. ¿Dónde está?, tampoco. Sin embargo Scorsese ha preferido zanjar el tema y decantarse por la confesión literaria de Frank Sheeran, que es puesta en duda por muchos otros, debido a sus continuos cambios de versión.

Según Scorsese, la película buscaba mostrar la forma de actuar ‘silenciosa y oscura’ del poder, y así lo ha conseguido con la actuación de Joe Pesci como Russell Bufalino, su personaje no ha podido ser más silencioso, oscuro y anodino.

Diferente es el caso de Al Pacino como Jimmy Hoffa, aquí, el recordado Michael Corleone de ‘El Padrino’ muestra la grandeza de su talento regalándonos un sindicalista inescrupuloso que nos atrae y nos repele al mismo tiempo y que es el gran (y único) motivo por el que vale la pena ver esta tediosa y aburrida película.

Venezuela, “mi gran país”

Por Raúl Dávila Andrade

La primera vez que me interesé por Venezuela fue a inicios de los años 80, cuando mi padre comenzó a escribir para una revista venezolana. En todas sus ediciones, dicha revista traía un membrete en la parte superior donde decía: “El Esequibo es nuestro y vamos a recuperarlo”. ¿Qué es el ‘Esequibo?, me preguntaba. Años más tarde descubrí que el Esequibo es un río y sus territorios adyacentes que Venezuela reclama a la Guyana.

También en los 80’s mi tío viajó a Venezuela a visitar a unos amigos. En aquella época, miles de latinoamericanos y europeos emigraban a Venezuela, donde el dinero parecía caer de los árboles. Incluso la madre de Nicolás Maduro es de origen colombiano. Al volver a casa, mi tío trajo historias que me llevaron a la fascinación y la incredulidad. Al parecer, en Venezuela todos eran felices, además, nadie trabajaba pero todos ganaban mucho dinero, el petróleo costaba más barato que el agua y todo era mucho más moderno que en el resto de América Latina y Europa. Junto a esas historias nos trajo una pegatina que frente a una bandera venezolana escribía: “Venezuela, mi gran país”, la cual colocamos en una cristalera del salón y que permaneció allí por muchos años.

En 1991 pisé suelo venezolano por primera vez acompañado por Marino León, el actor que interpretó al personaje ‘Gregorio’ en una famosa película peruana. Hicimos una escala en Caracas para cambiar de aeronave en nuestro viaje desde Lima hacia París. Dos jovenzuelos viajando solos a Europa desde Perú son los típicos sospechosos de narcotráfico. Así, un policía de civil con cara de delincuente, nos pidió que lo acompañáramos a una sala donde otros cuatro policías nos hicieron un exhaustivo interrogatorio de un cuarto de hora para descubrir las razones de nuestro viaje. Les dijimos que habíamos ganado un festival internacional de vídeo en Marsella y que estábamos yendo a recibir el premio. Tras una superficial revisión corporal, nos dejaron marchar. Esa fue mi primera experiencia con una Venezuela que aún no era ‘bolivariana’.

Hoy los viajes trasatlánticos suelen ser directos pero en aquella época eran frecuentes las escalas aéreas en Caracas, las aerolíneas solían tener como ‘hub‘ a la capital venezolana, como un punto de conexión hacia Europa donde también aprovechaban el bajo coste del combustible. Eso se perdió con los años y el aeropuerto de Caracas no es ni la sombra de los que era.

En 2004 volví a hacer una escala en Caracas en un vuelo de Milán hacia Lima donde había que cambiar de avión en Venezuela. La escala sería de más de cuatro horas y sin Internet ni un buen libro, el tiempo se hizo eterno. Entonces comencé a deambular por la sección internacional del aeropuerto fijándome en cada detalle. El lugar estaba en obras y algunas partes eran inaccesibles. El aeropuerto realmente necesitaba reformas pues se caía a pedazos, se notaba que en los años 70 habría sido un supermoderno terminal aéreo pero que desde entonces no había recibido ni mantenimiento ni modernización.

Lo primero que me sorprendió fue ver vendedores ambulantes en la zona internacional, vendían tarjetas telefónicas y refrescos entre otras cosas. Lo segundo fue ver que en todas las pantallas de televisión aparecía Hugo Chávez, me hizo recordar al Big Brother de 1984. Me acerqué para ver qué comentaban los venezolanos sobre eso, pero me enteré de muy poca cosa, eran murmullos apenas, aunque me pareció percibir ese miedo a hablar alto que conocí tan bien en los años del terrorismo en Perú.

Cuando llegó el momento del embarque, abordamos un autobús que con unos muelles subió hasta la primera planta y cuando todos los pasajeros estaban dentro descendió hasta la planta baja, parecía un autobús con ascensor incorporado, una maravilla tecnológica de los 70’s que en ese momento ya lucía destartalado. A continuación el autobús partió hacia la pista donde estaban aparcados varios aviones. En medio de la nada, el chófer se detuvo un minuto, como enfrentando un momento de indecisión y luego se dirigió decididamente hacia uno de los aviones. Al llegar al lado de la nave, el chófer sacó la cabeza por la ventana del autobús y gritó a todo pulmón al capitán de la aeronave.

— ¿Este avión va a Lima?

Los pasajeros nos miramos estupefactos.

—¡No! —respondió el piloto también sacando la cabeza por la ventanilla de su avión y señalando hacia otra aeronave— ¡Es ese de allá!

Todos los pasajeros comenzamos a reír a carcajadas, incluso cuando estábamos ya sentados dentro del avión que nos llevaría a Lima, seguíamos riendo sin parar tras haber presenciado una escena tan surrealista. El aeropuerto de Caracas no tenía radios para comunicarse con los autobuses, ni había coordinación, aún funcionaban a gritos.

Esa pequeña anécdota me reveló una situación de caos por la que ya enfrentaba Venezuela en aquella época. Pero no fue hasta el año pasado, cuando llegó a Sevilla la madre de una amiga cuando mi estado de gracia pasó a transformarse en verdadera tristeza. Ella es una mujer española de 94 años, había nacido en Andalucía y cuando joven emigró a Venezuela con su marido y sus hijos en busca de un futuro mejor. Hoy, abuela y bisabuela había surgido en ella un amor inconmensurable hacia Venezuela.

— Amo a Venezuela —me dijo con lágrimas en los ojos—, no quiero estar aquí, quiero volver con mis hijos y con mis nietos, pero allí no tengo qué comer y no tengo medicinas para mis dolencias de vejez. Me voy a morir aquí. Creo que no tendré tiempo de volver a ver a mi gran país adoptivo.

¿Cómo fue posible que el país más rico de América Latina llegue a ese estado de pobreza y de miseria? La verdad no me interesa si Maduro es de izquierdas o de derechas, no me interesa lo que quieran Donald Trump o Vladimir Putin. Lo único que quisiera es que las cosas cambien y que los venezolanos que se han visto forzados a dejar su país puedan volver, y vivir, y ser felices como lo eran antes.

No encontrarás a nadie mejor que yo

Una mágica historia de desamor.

‘No encontrarás a nadie mejor que yo’ es una adictiva y mágica historia de desamor que se desarrolla en el típico barrio de El Tardón en Sevilla pero que involucra a sorprendentes personajes de Cantillana y de Nápoles.

Rafael Barea es abandonado por su novia quien al irse lo sentencia con una frase demoledora: «no encontrarás a nadie mejor que yo». A partir de de ese momento ese joven sevillano se obsesiona por demostrar que sí es capaz de encontrar a alguien mejor, con ese objetivo alquila una habitación a turistas con la aplicación Airbnb pero surgirán unos seres mágicos que influirán en su propósito.

El autor de la novela es Raúl Dávila Andrade, un comunicador hispano-peruano-brasileño que ha estudiado comunicaciones en universidades de Brasil, Perú y España. Ha sido realizador de vídeos documentales y ganó el Festival Internacional del Reportaje Joven de Port-de-Bouc (Marsella) en 1991. En 1997 creó el más importante buscador de sitios web peruanos, Adonde.com. En 2008 se mudó a Sevilla donde ha destacado como youtuber. En 2016 publicó el libro ‘Los Peruanos’.

El libro ‘No encontrarás a nadie mejor que yo’ está disponible en versión ebook y en versión impresa de 235 páginas en Amazon.es:

 

 

Jueza deja libre al peligroso ultra del Betis

03/052017

Está acusado de intento de homicidio, agresiones violentas, extorsiones, tráfico de drogas, intento de atropello y agresión a un policía, tiene 27 antecedentes policiales pero continúa libre. Fue arrestado por la Policía en Benacazón (Sevilla) pero no ha estado preso ni un día.

 

La jueza de Instrucción del Juzgado número 3 de Sevilla ha dejado en libertad provisional a Manuel Herrera Perejón, el peligroso ultra del Betis con numerosos antecedentes policiales y que hace unos días agredió a un hombre que leía el periódico tranquilamente en Bilbao, antes del partido entre el Athletic y el Real Betis.

Manuel Herrera ha sido conminado por la jueza para que abandone la ciudad de Sevilla y respete la orden de alejamiento que tiene hacia la ciudad, medida que el ultra no ha respetado en otras ocasiones pues se la ha visto divirtiéndose en discotecas de la capital. También se le ha pedido comparecer dos veces al mes ante un Juzgado de Bilbao y no participar en redes sociales.

El ultra ha dicho que su ataque a una persona en Bilbao fue apenas una respuesta a una agresión previa «con cadenas y perros», aunque reconoció que no hay pruebas de ese hecho.

Su madre, presente en la puerta de los Juzgados, ha asegurado que su hijo «no es violento», «es muy bueno», jamás «ha tenido ni una contestación mala a su padre» y al hombre de Bilbao sólo le dio una «palmetada», ha dicho.

Al salir del Juzgado, Herrera intimidó a los periodistas que buscaban captar su reacción. «No me grabes que te voy a meter», les amenazó.

Messi insulta al árbitro del Argentina-Chile: «la concha de tu madre»

24/03/2017

El jugador argentino Lionel Messi profirió insultos subidos de tono al juez de línea del partido Argentina-Chile, Sandro Ricci, encarándose con él, empujándolo con el brazo y reclamando por no haberle pitado una falta cometida por el chileno Beausejour.

Al concluir el primer tiempo del partido, Messi se dirigió al juez de línea Ricci, y sin reparo alguno le dijo: «tomatelá, tomatelá, tomatelá» y concluye con un «la concha de tu madre», un insulto considerado grave en Sudamérica.

El árbitro asimiló el insulto del crack argentino sin darle importancia y no lo amonestó de forma alguna. El partido terminó 1-0 a favor de los argentinos con gol de penalti de Messi.

 

La FIFA ha abierto un expediente disciplinario contra el capitán de la selección argentina, Lionel Messi por los insultos que propinó a los árbitros que dirigieron el partido Argentina-Chile por las eliminatorias sudamericanas.

Tras protestar una jugada, Messi se dirigió al cuarto árbitro, Emerson Augusto de Carvalho y le dijo claramente «la concha de tu madre», aunque el colegiado ha indicado que no escuchó el insulto.

El árbitro del encuentro, el brasileño Sandro Ricci no informó de los insultos pero la FIFA ha decidido abrir un procedimiento disciplinario pues se considera que habría utilizado un lenguaje «ofensivo, grosero y obsceno» contra el cuarto árbitro.

Si bien Messi podrá jugar contra Bolivia en La Paz este martes, no se descarta que pueda perderse el partido siguiente con su selección, es decir, contra Uruguay o que la sanción sea sólo de tipo económica. En cualquier caso, la AFA ya está preparando los descargos en defensa del jugador.